Fracasó, el modelo fracasó. El sistema fracasó. El gobierno fracasó.
Tal como escribe Barrera Tyszka en El Nacional de ayer 17/01/2016 (ver nota) "El oficialismo actúa sobre el lenguaje de manera obsesiva. Conoce su importancia. Ha aprendido que a veces las palabras son más eficaces que una Kalashnikov. "
Es así como el Presidente Nicolás Maduro plagó su Mensaje Anual de Memoria y Cuenta, de eufemismos que le permitieran narrar su versión del gobierno durante el año 2015.
Con amplias explicaciones algunas veces incomprensibles, muchas veces inverosímiles, el Presidente Nicolás Maduro en su rendición de cuentas ante la AN nos dijo que durante el año 2015 se materializaron importantes avances en cuanto al desarrollo social de los venezolanos. Habló de Misiones, de viviendas entregadas (Un millón!), de reducción de pobreza, de aumento de la escolaridad. Nos dijo sin titubeos, en cadena nacional y con la bandera cruzada al pecho, que el 2015 fue un buen año para el desarrollo social de los venezolanos.
Suponemos entonces que por "desarrollo social" debemos entender la escasez de alimentos que lleva a los venezolanos a hacer humillantes colas durante horas para "ver que llega" a los abastos y supermercados. O los hospitales públicos y clínicas privadas que reportan escasez de medicamentos e insumos y desabastecimiento en rubros tan sensibles como antibióticos, antidiarréicos, medicina para hipertensos, diabéticos y otras condiciones crónicas. Se refirió el Presidente Maduro a reducción de la pobreza como el progresivo deterioro de los servicios públicos que nos lleva a tener menos y peor suministro eléctrico, de agua potable, de transporte. Desarrollo social han de ser los 27 mil asesinados del 2015.
Sin embargo, ininmutable, con ese aplomo del que goza el que no acostumbra rendir cuentas, comenzó a narrarnos una serie de dificultades económicas encabezadas por la caída acelerada de los precios del petróleo. Nos habló de inflación inducida, de cómo DolarToday es mas poderoso que Merentes, de los revendedores como guerrilleros económicos que han desafiado y vencido el control de cambios, control de precios, control de distribución, control de venta, control de compra (si todos esos controles) y han distorsionado nuestra economía.
Toda esta narrativa plagada de alusiones militaristas en cabeza de un civil con una vida más dada a la izquierda caviar que a la disciplina cuartelaria, nos deja pensando: ¿cómo es que hubo todos esos logros sociales, si la economía se encuentra en este estado tan agónico?. Para rematar, y como punto culminante del bombardeo de incoherencias, luego de hablar maravillas de su desempeño como administrador del tesoro público, presenta formalmente ante la AN para su consideración, un Decreto de Emergencia Económica.
Como quien habla del clima, el Presidente Maduro nos dice que la economía está en emergencia y su propuesta es que le demos más poder para que, implementando las mismas medidas que originaron la crisis, el conductor del desastre, nos saque del atolladero.
Debemos entender por Decreto de Estado de Emergencia Económica, el eufemismo máximo del gobierno para confesar su fracaso.
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