jueves, 25 de febrero de 2016

La Unidad es un chantaje

Lo que sigue es una opinión. No manejo información privilegiada, no tengo primos en Fuerte Tiuna ni amigos vecinos de Ramos Allup. Tampoco milito en partido alguno ni participo de reuniones clandestinas con datos de interés. He vivido activamente el proceso político por el que transitamos los venezolanos desde hace al menos 17 años y me formo mi opinión por la información que manejamos todos. Lo he dicho desde hace tiempo y hoy lo mantengo: la Unidad opositora es un chantaje.

La MUD es una coalición de organizaciones políticas que se constituyó con la finalidad de articular esfuerzos para consolidar victorias electorales que nos permitieran hacer frente al abuso y arbitrariedad del gobierno chavista, transitando los canales democráticos previstos en la Constitución.

Partidos minoritarios de la MUD como Voluntad Popular, Alianza Bravo Pueblo  o el no-partido Vente, han jugado a ser los niños malos de la unidad plegándose a conveniencia a los acuerdos y jugando fuera de la unidad cuando no se complacen sus caprichos. Así por ejemplo María Corina Machado apoyó candidaturas fuera de la MUD para las elecciones de 6D y con más cara que espalda estaba de primera en la tarima –je!_ celebrando el triunfo que torpedeó todo lo que pudo durante la campaña.

Merece especial mención la hipocresía unitaria de Voluntad Popular, cuyos representantes podían pasar horas sentados discutiendo y dilatando decisiones como el uso de la tarjeta única, las primarias, o la sola participación en las elecciones, luego de haber inventado el mamotreto antidemocrático y amorfo de La Salida, que no era más que mandar a la gente a generar en la calle un caos tal que Maduro renunciara o le dieran (los militares que gobiernan, obviamente) un golpe de estado. Ahora se hacen los locos y tiene diputados y candidato presidencial.

Finalmente se incorpora al grupo de los rebeldes Acción Democrática, partido que se ve renacido del poder que le da ser el segundo en número de diputados en la Asamblea Nacional recién electa y que decidió jugar duro y aliarse con Voluntad Popular, partido con el que las diferencias frente a La Salida y denuncias bidireccionales de corrupción habrían sembrado grandes brechas, para hacerse de la Presidencia del parlamento.

Paralelamente, Primero Justicia es el partido con mayor cantidad de diputados electos, y la víctima predilecta de la cayapa de los rompegrupos. Acuerdo unitario al que se llega, acuerdo en el que se unen todos contra PJ. La asombrosa respuesta del partido amarillo: Unidad. Y uno se pregunta ¿está sacrificando PJ sus aspiraciones particulares en beneficio del país? Pues si permite que quienes no quieren gobernar el país sean los que tomen las decisiones, creo que no; solo sufren el bullying.

Así las cosas, nos encontramos cerrando el conflictivo mes de febrero sin un acuerdo de la MUD sobre el mecanismo a seguir para cambiar al terrible gobierno de Maduro. Por el contrario vemos dos cosas: los cabeza de serie de los rompegrupo proponen soluciones inviables y de espaldas a los venezolanos mientras insinúan que están negociando la salida de Maduro. Obviamente no sabemos que negocian. Luego, vemos de nuevo la cayapa: todos contra Capriles y PJ que proponen el Referéndum Revocatorio, por ser el mecanismo a través del cual es la gente, los votos, el pueblo, el que decide revocar a Maduro el mandato que se le dio.

Entonces por un lado VP y AD y hasta la Causa R quieren hacer entrever que el mecanismo para salir del chavismo forma parte de la negociación, pero que si la unidad existe es para atacar a PJ y la propuesta de Henrique Capriles a favor del Revocatorio. Ahora parece que los promotores del “vete ya” “salida ya” “cambio urgente”, son los mas interesados en darle largas a la activación de un mecanismo constitucional que garantice el cambio democrático de gobierno.

No somos tontos. La jugada es bastante obvia. Si decide el pueblo no deciden las élites, se quedan sin con qué negociar. Forzar a PJ a romper la unidad (si, vaya! Sería precisamente PJ) a favor de la propuesta de revocatorio de Capriles, atentaría contra la masiva votación que se requiere para ganar el Revocatorio.

La unidad es un chantaje. Llegó la hora del deslinde.

jueves, 11 de febrero de 2016

El Referendum


Hay que cambiar de gobierno. El pueblo venezolano ha llegado a un acuerdo por caminos distintos, pero lo logramos. Luego de años de desmoronamiento institucional y social, estamos en un momento en el que la solución primera de nuestros problemas es asumir y terminar con la fuente de la crisis: el gobierno chavista de Nicolás Maduro.

Se nos plantea el cómo. Los lideres de la oposición, algunos con más coherencia que otros, han dicho siempre que la solución a la crisis debe ser constitucional, democrática y electoral. Sin imposiciones ni rutas cortas o expeditas que nos dejen en una situación peor que la que pretendemos enfrentar.

En mi opinión, ese mecanismo constitucional, democrático y electoral es sin duda el Referendum Revocatorio, establecido en la Constitución como la vía a través de la cual los venezolanos reprobamos el ejercicio del mandato que le fuera dado a un funcionario electo. Y es exactamente eso lo que está ocurriendo con el gobierno de Nicolás Maduro, simplemente no hizo la tarea y está raspado.

La crisis en nuestro país no tiene que ver con la duración del período presidencial, sino con un pésimo gobierno que no cumplió sus funciones, que ha puesto al país en la situación económica más comprometida que se tenga memoria y nos sometió a una crisis política y de alta conflictividad social que obstaculiza nuestro desarrollo como nación.

Y me quiero detener en este último punto. La crisis social que vivimos los venezolanos es más profunda que cualquier otra, hay mucha división que sanar, tenemos que ponernos de acuerdo en lo básico. Como sociedad tenemos que redescubrir la elemental distinción entre lo que es bueno y lo que es malo. Dejar de exaltar el malandraje y el pranato como modelo y avanzar a la civilidad, rescatando nuestros valores. 

Para lograr eso, es indispensable que los venezolanos nos manifestemos de manera contundente e indiscutible a favor de un cambio de modelo de gobierno. No basta una triquiñuela constitucional; no es suficiente para llegar a acuerdos y dejar claro que no queremos sobrevivir a este sistema, una tibia señal enviada a dos bandas a través de una modificación de la Constitución.

El mensaje debe ser claro y directo: no queremos más a Nicolás Maduro y su equipo, gobernando el país de la manera que lo están haciendo. El Referéndum Revocatorio, con todas las dificultades que plantee, será la voz de los venezolanos con la fuerza de sus votos diciéndole a Maduro y su gobierno que se vayan.

Obviamente el chavismo en 17 años se ha encargado de sembrar minas en cualquier ruta que represente su salida del poder. Pero el 6 de diciembre el pueblo venezolano de manera incuestionable puso en manos de la oposición el control del poder político que puede desactivarlas. La Asamblea Nacional debe discutir y aprobar una ley de referendos que despeje el camino hacia un proceso revocatorio transparente, garantista y confiable. Antes de abril puede aprobarse una Ley que regule y simplifique la convocatoria al Referendum Revocatorio, y elimine las trabas impuestas por el CNE a través de resoluciones y normativas. 

Los venezolanos demostramos que queremos cambio y que con nuestro compromiso con el país y con la democracia, podemos burlar el ventajismo a través de los votos. Ante la decisión de un pueblo no hubo chantaje, ni amedrentamiento, ni presión que pudiera manipular los resultados del 6D. Ahí esta nuestra fortaleza,  una Asamblea Nacional comprometida con su pueblo y la participación masiva de todos.

ELQ

miércoles, 10 de febrero de 2016

Histeria Patria Contemporánea (II)

Hugo Chávez sabía que iba a morir. Luchar contra una enfermedad como el cáncer requiere una entrega absoluta, metódica y conciente a la recuperación, al tratamiento. Y él no estaba dispuesto a eso; el chavismo es un sistema planetario que depende de la luz y el calor que Chávez emanaba. Decidió ganar las elecciones de 2012 e “invirtió” en ello no su vida, sino los recursos públicos que debieron utilizarse para que el país progresara. En 2012 fue la gala del populismo rentista más radical que hayamos conocido. Chávez ganó las elecciones en medio de ventajismo y delirium tremens de petrodólares. 

9) Tras el anuncio de la muerte de Chávez en 2013, precedido de abusos constitucionales al amparo del TSJ que permitieron a Nicolás Maduro ejercer funciones de Presidente desde Diciembre de 2012, la oposición en masa se apropia de la ruta electoral y en 30 días se cerró una brecha de casi 20 puntos porcentuales. En 2013, la diferencia electoral entre el PSUV y la MUD fue de 200 mil votos. 

De nuevo, el chavismo pierde popularidad vertiginosamente como en 2002 y ya no insinúa, amenaza con reprimir rotundamente cualquier manifestación callejera. La MUD representada por Henrique Capriles, suspende la marcha previamente anunciada y asume plenamente el costo político del descontento popular. 

10) Desde las elecciones de abril de 2013, el chavismo no ha hecho más que fomentar la crisis política. Su meta: el caos ante la caída de su popularidad; se dan cuenta que la democracia y las elecciones los ponen cada vez más en una posición poco ventajosa y le limita el margen de maniobra.

Diosdado Cabello fomenta desde el principio la conflictividad política, con uno de los espectáculos más dramáticos y oscuros de la historia de nuestro parlamento: Diputados chavistas golpean a María Corina Machado y a Julio Borges en un bochornoso espectáculo, bajo la mirada sonriente de Cabello.

11) En noviembre de 2013 se ordena el "DAKAZO" robar a la empresa privada para financiar el sensible déficit de importaciones. 

12) Luego de las elecciones de Alcaldes, donde la ruta electoral le da a la MUD victorias importantisimas, se declara la "guerra económica". Buscando aumentar la conflictividad, la Asamblea Nacional baja la santamaría y le otorga una amplia Ley habilitante a Maduro.

13) Iniciamos 2014 sin acceso de particulares a divisas, con profunda escasez y sin medidas económicas claras. La crisis asoma su rostro. Maduro agrava las sanciones de la Ley de Precios Justos, amplía el control de precios y las fiscalizaciones, y busca implementar un incompresible (incluso ahora) SICAD.

En febrero de 2014, caímos como unos idiotas de nuevo en el espiral de violencia creado, diseñado y fomentado por el gobierno. El llamado a #LaSalida en febrero de 2014 produjo 2 cosas: una excusa para el gobierno y la fractura en el liderazgo opositor. La oposición repite en 2014 el error de 11A (golpe) , del 2D (paro), febrero 2004 (guarimbas) ponemos los muertos y perdemos los votos. A diferencia de eventos anteriores, el liderazgo opositor consolidado con los votos resistió, no sin cicatrices, la nueva crisis.

En abril de 2014 la MUD acude al llamado a diálogo, una reunión en Miraflores q permitió, en cadena, cuestionar la historia oficial. Este evento aunque parezca irrelevante, generó una oleada de cuestionamientos sobre la realidad del país, las cifras maquilladas del gobierno, y ese país a veces ajeno que muestra VTV. 

El último semestre de 2014 constituyó un panorama de excesos del gobierno. Por su parte la MUD vive un proceso de reorganización a partir de la renuncia del hasta entonces Secretario Ejecutivo Ramón Guillermo Aveledo, quien cede a la presión de algunos grupos como parte del proceso de negociación interna de la oposición. Por cierto, es Aveledo el único que renuncia en 2014.

14) Finalmente, la MUD anuncia q van a elecciones parlamentarias en 2015, que realizará primarias para los circuitos donde no haya acuerdo y afina toda su maquinaria. Se inicia la campaña electoral con mejores perspectivas para la oposición en 17 años.

Desde el gobierno, todo 2015 se intentó a) Desmotivar el voto; b) Ilegalizar a la oposición; c) Comprar conciencias

En 2015 la oposición, no sin fracturas, logra acuerdos que nos llevaron a ganar contundentemente las elecciones del #6D

15) El 2016 arranca con la peor crisis económica de la historia. Qué hace el gobierno? su receta mágica: busca generar conflictividad. No falla!!!

LA ÑAPA: Fuimos minoría por 15 años, hoy no se justifica ceder a las trampas del gobierno. No fomentemos escenarios q oxigenen al poder.

ELQ

viernes, 5 de febrero de 2016

Histeria Patria Contemporánea (I)

El gobierno de Maduro luce absolutamente desconectado de la realidad social, económica y política del país. Esa es su estrategia. Durante años el chavismo ha fomentado la conflictividad política para justificar abusos y consolidar su hegemonía a través del control absoluto de los poderes públicos. 

Inducir a crisis con resultados inesperados siempre ha sido la movida del chavismo frente a sus bajas de popularidad y búsqueda de radicalización.

Lo que sigue es un hilo grueso de las experiencias acumuladas en 14 años de crisis.

1) Luego d la arbitraria aprobación de leyes vía habilitante en 2001, entre las más determinantes la confiscatoria Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, el chavismo impulsó la crisis q generó el 11A, el golpe y su reacomodo. El golpe de estado de abril de 2002 no tomó por sorpresa al chavismo, al contrario, conocían su desarrollo con tanta antelación que les dio tiempo de botar a toda PDVSA y caldear aún más los ánimos, y se prepararon armando civiles que dispararan contra la marcha opositora que caminó a Miraflores. El propio Chávez admitió que él fomentó la crisis política bajo la premisa de caer o salir fortalecido.

Después del 11A, se empieza a hablar de socialismo en Venezuela. Se acaba con la institucionalidad de PDVSA y de las FAN.

2) En 2003 se inicia el trámite del Revocatorio. Se recogen el número exigido de firmas, y el CNE considera que hay que recogerlas de nuevo, porque el proceso anterior no tenía validez. Se recogen firmas de nuevo, en los formatos generados por el CNE, y luego de ser revisadas exhaustivamente, son objetadas bajo la consigna de "firmas planas" y se ordena volver a recoger firmas de quienes ya habían firmado dos veces. Los obstáculos que se presentaron degeneraron en "las guarimbas" de febrero de 2004. 

Las guarimbas en 2004 fueron protestas concertadas por correos electrónicos y plataformas digitales, además de pequeños círculos de opinadores, fomentadas por estos personajes a sueldo, sin rostro y sin liderazgo. La represión de la Guardia Nacional fue desmedida. Heridos y muertos sin responsables.

3) La oposición fragmentada y sin liderazgo claro frente a la violencia callejera y la inminencia del proceso electoral, va a un Revocatorio en 2004, con serias dudas sobre el sistema electoral, falta de control en los centros de votación y escasa movilización. Pierde la oposición y Chávez convierte el Revocatorio en un Reafirmatorio de su mandato.

4) Luego de ganar el Revocatorio de 2004, Chávez  comienza la arremetida de expropiaciones no sólo de tierras sino también de empresas y unidades productivas. Además se apalancan en algo clave: fomentan dudas sobre el sistema electoral, el voto no es secreto, el escrutinio no es confiable. Cultivan la Teoría del Fraude Electoral y comienza la oposición a disgregarse en torno a la imposibilidad de ganar elecciones.

También fue determinante en 2004 la aprobación de la Ley de Responsabilidad en Radio y Televisión, o Ley RESORTE, que comienza el camino de la censura formal e institucionalizada a los medios de comunicación masivos.

Para las elecciones de regionales de 2004, celebradas a poco más de un mes del Referéndum Revocatorio, varios grupos llaman a la abstención bajo el alegato que el Sistema Electoral es manipulable y fraudulento. 

5) En 2005 TODA la oposición se abstiene en las elecciones parlamentarias. Se abre la caja de Pandora de nuestros males, una Asamblea Nacional totalmente controlada por el chavismo mina todos los Poderes Públicos y asumen el control absoluto del país. De 2005 a 2010, con el barril de petróleo en mas de 100$ y la oposición desmovilizada, el chavismo consolidó su hegemonía. En ese período se verifica el mayor robo a los recursos públicos de nuestra historia igual q la desinstitucionalización del país.

6) En 2011 Chávez enfermo, usa los recursos públicos para pagar una campaña electoral continuada q lo lleva a la victoria de 2012. Comienza en 2011 a generarse la incertidumbre sobre el destino político del país. La terrible opacidad sobre la salud de –nada menos que- el Presidente de la República socava la credibilidad económica del país.

7) Aún así, desde el año 2006  la oposición encausada en la vía electoral y en el debate democrático, avanza en la consolidación de una plataforma unitaria con fines electorales y programáticos que le permita enfrentar al chavismo.  Se constituye la Mesa de la Unidad Democrática.

8) Desde 2010, la MUD no ha hecho más que capitalizar el esfuerzo por bajar los niveles de confrontación política y ofrecer alternativas. Se avanzó en un proceso de primarias para la elección de candidatos presidenciales, regionales y municipales. Se acordaron mecanismos de selección por acuerdos políticos de algunos candidatos. Pero lo más trascendente: se definieron reglas de juego claras con un acuerdo considerable que permitieron avanzar en la construcción de una maquinaria política y electoral que supliera la fragilidad de los partidos políticos frente al poder.

No es casual que los años de menor conflictividad, si bien permitieron que el gobierno extremara en abusos y control de los poderes, también sirvieron de fecundo territorio a la consolidación de la oposición como alternativa política. Desde el poder es muy fácil capitalizar el caos y la conflictividad, dándole al abuso un matiz de legalidad. 

La oposición ha aprendido de sus errores y se le fueron cerrando los espacios al chavismo con el arma más poderosa que tenemos para combatirlo: la gente.

lunes, 1 de febrero de 2016

El tiempo

“Por eso, en casa el tiempo no acababa nunca, sabes. De pelea en pelea, casi sin comer. Y para colmo, la religión, ah, eso no te lo puedes imaginar. Cuando el maestro me consiguió un saxo que te hubiera muerto de risa si lo ves, entonces creo que me di cuenta en seguida. La música me sacaba del tiempo, aunque no es más que una manera de decirlo. Si quieres saber lo que realmente siento, yo creo que la música me metía en el tiempo. Pero entonces hay que creer que este tiempo no tiene nada que ver con… bueno, con nosotros.”

Julio Cortázar
El Perseguidor


No soy una persona especialmente religiosa, no se si el tiempo de Dios sea perfecto. De lo que si estoy clara es que la política lleva su ritmo, y que ese ritmo, ese tempo, depende de factores muy diversos, que nada se parecen a los deseos individuales de cada uno.

Recientes debates políticos que hemos presenciado nos hacen preguntarnos sobre que tan conectados con la realidad están y han estado ciertos liderazgos, en especial aquellos para los que el tiempo se acaba, aquellos que no pueden esperar. A mi ese “no podemos esperar más” se me parece más a un “no tengo ganas de trabajar y construir a mediano plazo una solución estable y coherente”. También ocurre que quienes “no pueden esperar” sienten desdén por la historia. Pareciera que viven en un eterno presente, no quieren volver la cara al pasado para aprender, ni quieren mirar al futuro para construirlo: lo quieren todo ¡YA! 

Venezuela ha sufrido en todas sus esferas un proceso de destrucción, de involución hacia el primitivismo más puro, desde hace al menos veinte años. El que los venezolanos, todos, estemos luchando por conseguir comida, por alimentar a nuestros hijos, por proveernos de medicinas hasta las más elementales, es una señal inequívoca de nuestro atraso como sociedad. Muchos parecen tener pena o miedo de asumirlo, pero los venezolanos hoy en día no tenemos suficiente para comer.

Los venezolanos, ustedes y yo, difícilmente cubrimos nuestras necesidades más elementales. Mientras en otros países vecinos, fronterizos para más señas, hablan de desarrollo tecnológico, productividad, crecimiento económico y calidad de vida, nosotros estamos discutiendo sobre abastecimiento de comida y de medicinas. No les de pena! Asúmanlo, somos un país sumamente primitivo y atrasado. 

Debatir asuntos vanguardistas sin solventar nuestras necesidades más primarias, no nos convierte en un país moderno. Nos convierte en unos acomplejados con la cabeza en Oslo y los pies en Caracas, sobreviviendo a la inseguridad, a los pranes, a la escasez de acetaminofén y al desabastecimiento de harina de maíz. Pero eso sí, interesados en el Iphone 6sPlus, peleando el cupo CADIVI y diciendo que no hay prioridades, que aquí hay que caminar y mascar chicle.

Les cuento que si a un bebé recién nacido, que lo que hace es comer, dormir y ensuciar pijamitas lo ponemos a mascar chicle, seguro se lo traga. Y si lo soltamos a que camine, se va a caer y se va a esmadrar la cabeza. Hay mucho bebé que alimentar y enseñar y sacar adelante, antes de que esté en capacidad de caminar o de hacer globitos de chicle. 

Les guste o no, hay debates prioritarios, hay cosas inmediatas que requieren mucho trabajo, mucho consenso, mucho debate. Yo también quiero vivir en un país de primer mundo donde el debate sobre la igualdad de género no parta de epítetos descalificadores y obsolescencia religiosa. Pero en la Asamblea Nacional sigue estando Pedro Carreño, por ejemplo. Venezuela aún no es ese país de primer mundo. En Venezuela no hay comida y los malandros están mejor armados que los policías.

Ocurre lo mismo con la necesidad de cambiar el gobierno. Las fórmulas mágicas inmediatas, las soluciones “alkaseltzer” efervescentes e instantáneas que nos han sido propuestas, olvidan un detallito que parece irrelevante: todas las soluciones constitucionales establecen procedimientos, trámites y tiempos y requieren de un acuerdo nacional, de todos los venezolanos. 

Aquí se habló de pedirle la renuncia al Presidente en 2014. No renunció y siguieron pidiéndole la renuncia como salida a la crisis. No renunció. Empezaron a recoger firmas para convocar una Asamblea Nacional Constituyente, sin decir que proponían, sin explicar cómo se convoca, sin contar con la gente. No convocaron nada. Lo mismo pasó con la enmienda. Puro slogan publicitario, mucho backing para emitir declaraciones y muy poca gente.

Desde 2012 Henrique Capriles quiere cambiar el gobierno. Fue a elecciones contra el todopoderoso Chávez, perdió. Con 20 puntos de diferencia en contra, fue a elecciones contra Nicolás Maduro, cuando ningún otro quiso postularse, y perdió por un punto porcentual. Trazó su estrategia y dijo que había que construir una mayoría electoral que venciera el sistema ventajista y corrupto, y lo logró. Ahí están los resultados del 6 de diciembre de 2015. 

Recientemente, Capriles declaró que la negativa del gobierno de responsabilizarse y enfrentar la crisis, plantea la urgente necesidad de debatir con la gente cuál es el mecanismo para cambiar el gobierno. Sin recetas mágicas, sin soluciones instantáneas, hay que debatir con la gente, con los que votan, con los que van a trabajar para sacar el país adelante, con ellos, hay que construir el mecanismo para cambiar al gobierno.

No hay ruta corta. Eso no existe sin dejar a su breve paso un reguero de más muerte, más miseria y más que reconstruir. Nuestro país, nuestra sociedad, requiere acuerdos, requiere un plan de vuelo en el que todos estemos comprometidos y que neutralice a los radicales que nos han traído hasta aquí. Eso sólo se construye con inclusión, con debate, con respeto a las diferencias y con negociación.

Que los desesperados con agenda personal y sin conexión con la gente no nos saquen del tiempo.