lunes, 17 de agosto de 2015

Santa Ana, las elecciones del 6D, la Guerra a Muerte y la MUD


El 25 de noviembre de 1820, en Santa Ana de Trujillo, Bolívar y Morillo firman el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra (el día 26). La guerra no había terminado, fue sólo un paréntesis. Constituyó sin embargo una contundente victoria de la política y estrategia de Bolívar.

El Armisticio se firma en San Ana de Trujillo, donde el 1813 el Libertador declara la Guerra a Muerte a España, a consecuencia de la actitud innoble y sanguinaria de Monteverde. Y es allí, en ese mismo lugar, donde Bolívar accede reunirse con Morillo y firmar esta pausa a la guerra, firmar además el Tratado de Regularización que obliga a aplicar el derecho de gentes a ambos ejércitos y el respeto a los prisioneros.

Sin embargo, la victoria política está representada por  la primera línea del Armisticio: “Deseando los Gobiernos de España y de Colombia transigir las discordias que existen entre ambos pueblos…”. Por vez primera existe un reconocimiento de Colombia como República independiente, ya no cómo traidores, insurrectos, sublevados. La firma del tratado representó para Bolívar ser reconocido como Presidente. Hasta el Armisticio, las expediciones Españolas en América no eran más que “pacificadoras” e iban a sofocar “focos” de violencia.

A partir de ese momento, noviembre de 1820, la metrópoli reconoce la existencia de la República de Colombia, a su Presidente Simón Bolívar y necesariamente, la Constitución de Angostura.

El cese de las hostilidades duró poco; la Provincia de Maracaibo se sublevó contra el mando realista que hasta ese momento la sometía. Se retomaron los enfrentamientos  que culminan con la definitiva victoria del Ejército Libertador en Carabobo, el 24 de junio de 1821. El Armisticio, los acuerdos entre bandos enemigos a muerte, la regularización de la guerra, abrió paso para que se consolidara el dominio de los patriotas en todo el territorio nacional y se obtuviese la victoria definitiva.

Las elecciones del 6D no son Santa Ana, son Maracaibo en 1821. La MUD, los acuerdos políticos entre los factores de oposición, la lucha por forzar reglas de juego aceptables, el negociar acuerdos de gobernabilidad y viabilidad de las elecciones con el CNE, el PSUV, el Polo Patriótico, los empresarios, los campesinos, los estudiantes, en fin, con todos los venezolanos, es esa la Santa Ana de los demócratas de Venezuela.

Bolívar se abrazó ese 25 de noviembre de 1820 con Morillo, con La Torre, con Correa, todos Jefes realistas. Brindaron unos por otros, intercambiaron ofrendas de buena voluntad. Todo en el contexto de la Guerra a Muerte, la sangrienta Guerra de Independencia. Nadie se atrevería, antes o ahora, a llamarlo traidor o colaboracionista.


Nos toca a todos sublevarnos con el voto, ganar a la Democracia y a la República la mayor cantidad de regiones en la Asamblea Nacional y así, con la confluencia de la mayoría de los venezolanos, promover los cambios que nos encaminen al fin de este régimen opresor e inconstitucional.

ELQ