Estamos en emergencia

Nicolás Maduro calificó como catastróficas las "cifras", que no son más que indicadores económicos; los resultados del examen de laboratorio que se le hace a la economía nacional para diagnosticar nuestros males como país. Estamos en emergencia y es necesario tomar medidas urgentes que nos encaminen a cambiar el rumbo, resolver los problemas económicos que han acentuado la desigualdad y la pobreza, y volver a la senda de la prosperidad, la producción, la inversión, el trabajo digno y el respeto a la legalidad.

Como cuando uno va a la peluquera para que le atienda un infarto, la solución propuesta por Nicolás Maduro ante el aterrador diagnóstico, luego de haber contado con Leyes Habilitantes que le permitían tomar medidas y legislar en las áreas que considerara convenientes, es presentar ante la Asamblea Nacional un Decreto de Estado de Emergencia Económica, que se resume en mas poder para Maduro, mas discrecionalidad, menos controles y menos garantías para el manejo de la economía nacional.

La peluquera recomienda solucionar su infarto con lo que el sabe hacer: lavado, keratina, tinte, corte, secado y plancha... Nada de eso sirve.

Estamos en emergencia y necesitamos medidas urgentes. medidas duras, traumáticas, que implican sacrificios, trabajo, restricciones, humildad. La situación del país requiere que las medidas que se tomen cuenten con el mayor consenso y compromiso de todos los sectores. No lograremos salir de esta crisis cumpliendo órdenes unidireccionales y medidas policiales; el país no es un cuartel y la economía no es un cadete.

La solicitud de Estado de Emergencia Económica es la oportunidad de la Asamblea Nacional de sentar al chavismo y diseñar un verdadero plan de gobierno a corto plazo, que permita tomar medidas efectivas para enfrentar la crisis. La Asamblea Nacional debe evaluar reformas urgentes a las Leyes económicas regresivas y confiscatorias, y acordar discutirlas de manera expedita, pero en el seno de la Asamblea. 

No puede permitirse la oposición mayoritaria en la Asamblea Nacional que las medidas que deben ayudar al país - que no al chavismo- a superar la crisis, se decidan e implementen en los despachos de quienes nos trajeron hasta aquí.

Si, astutamente Nicolás le ha pasado el balón a la Asamblea Nacional para que termine la jugada y así repartir las culpas. La MUD, desde su representación mayoritaria en la Asamblea Nacional está en capacidad de dimensionar la crisis, establecer responsabilidades y diseñar el plan que nos ayude a superar este terrible trance. 

Maduro ha arriesgado y puesto en agenda el tema económico, que ha sido el nicho del discurso de la MUD. Es momento de avanzar, de cabalgar sobre el reconocimiento público de la crisis que ha hecho el Jefe del Gobierno y proponer y trabajar sobre medidas que minimicen los efectos que en la gente, tendrá el inevitable colapso del gobierno chavista.

Venezuela necesita medidas urgentes, no extraordinarias. Venezuela no necesita restringir garantías, sino más garantías a libertades económicas que permitan invertir, producir, generar confianza y prosperidad.

Si algo resulta obvio, luego del Mensaje Anual de Memoria y Cuenta presentado ayer por Nicolás Maduro, es que la crisis no se solucionará dándole más poder a él y a su gobierno. La Asamblea Nacional debe negar el Decreto, pero reconocer la emergencia y llamar a un Plan Nacional a TODOS los Poderes Públicos para tomar medidas urgentes.