Hace casi 3 años, más de 7 millones de
venezolanos eligieron a Nicolás Maduro como Presidente de Venezuela, en uno de
los procesos electorales más desiguales y abarrotados de ventajismo
gubernamental de la historia; sólo superado por las elecciones presidenciales
de octubre de 2012.
Nicolás Maduro no es un político inexperto. Nicolás
Maduro no es un idiota que no sabe lo que hace. Pasó el equivalente a un pre y
post grado al frente de la Cancillería venezolana y si bien su ausencia de
carisma y de capital personal que lo distinga ha jugado en su contra, es también
eso lo que lo excusa frente a eso que muchos llaman “chavismo descontento”. Ese
chavismo que cree en el Socialismo del Siglo XXI y que también cree que Maduro
es el responsable de la crisis. Él, y no el modelo chavista.
Se equivocan quienes creen que el proceso de
cambio político venezolano implica la sola salida de Nicolás Maduro de la
Presidencia. Eso no es suficiente. No es suficiente mientras la situación que
para algunos es insostenible, para cinco millones de venezolanos sea “de
regular a buena”. Y esto no es más que
el resultado de esa nada ingenua política opositora de no querer confrontar al
chavismo con sus demonios, de esa dificultad operativa para decir “Chávez ha
sido el peor presidente de nuestra historia” y explicar que eso es una verdad
del tamaño de nuestro chamuscado Ávila; porque Chávez se aprovechó de su carisma
y poder absoluto para condicionar los derechos civiles, las libertades públicas
y la separación de poderes y esos son los cimientos de la democracia.
Chávez fue un pésimo presidente que robó y dejó
robar, que fomentó y toleró el narcoestado, al amparo de sus afinidades ideológicas
con los mayores narcotraficantes del continente: las FARC. Este desmadre que
vivimos es simplemente el resultado de las pésimas políticas públicas
implantadas a la sombra de una ideología comunista, amparadas hasta no hace
nada en el derroche de petrodólares y predestinada por la conocida ineficacia
de los inexpertos con poder.
Ahora, ¿por qué ningún político venezolano de
oposición es capaz de decir esto? ¡Ninguno! La oposición le guarda más luto a
Chávez que el propio chavismo. Ese temor a desmenuzar al chavismo como
movimiento, como aquel que no cuestiona una religión, es un nivel superior de
estupidez. Es el chavismo el que nos trajo a esta crisis y es el chavismo el
que nos gobierna!
No basta con sacar a Maduro de la presidencia,
esa es una concesión que el chavismo gobernante estaría dispuesto –con alivio
de luto- a hacer. Hay que desmontar al chavismo corrupto, narcotraficante e
ineficiente. No es posible que ante la falta de alternativas políticas en la
oposición, se le ofrezca al ciudadano chavista un mejor chavismo, cuando el
problema es que el chavismo no tiene lado bueno.
Los pactos que se desarrollan en sectores de la
oposición (AD- VP-Causa R- UNT) para negociar una cohabitación con la cúpula
del gobierno, están de espaldas al país. El chavismo ha destruido al país con su
actitud delincuencial no admite rectificación. Es el momento de presionar como
mayoría un cambio de gobierno, y no negociar como minoría la salida de Maduro. Nos
gobierna el chavismo y el legado de Chávez, la culpa no es de Maduro.
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