martes, 1 de marzo de 2016

¿A qué juega la MUD?

VP pide la renuncia. Maduro debe renunciar, dicen ellos. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española renunciar es “hacer dejación voluntaria, dimisión o apartamiento de algo que se tiene, o se puede tener.” Lo clave aquí es la voluntad del renunciante, que debe ser libre de coacción para que, como en cualquier otro caso, la renuncia tenga validez. Maduro no quiere renunciar, él es el Presidente en ejercicio, ¿para qué va a renunciar? Estar en la presidencia le proporciona inmunidad que para él es impunidad momentánea. No le importa la situación del país porque si fuese así ya habría hecho algo para subsanarla, además es evidente que tiene el suficiente poder para que hasta el momento, ninguno de los grupos en conflicto dentro del chavismo le haya retirado su apoyo. La renuncia es una farsa, una pantomima, un distractor.

AD se decanta por la enmienda, al igual que Causa R, porque es más expedita, porque está en manos de la Asamblea Nacional. Todo suena muy bien pero obvian un detalle: la implementación de la Enmienda no tiene carácter retroactivo, no puedes recortar un mandato en ejercicio mediante un Referendum Aprobatorio de una enmienda, porque la propia Constitución prevé que para eso el mecanismo es el Referendum Revocatorio. Además, es un principio constitucional fundamental el que los mandatos sean revocables (artículo 6 de la Constitución) pretender modificar el curso de un mandato constitucional vía enmienda, desnaturalizaría ese mecanismo ya que contravendría el principio de revocabilidad, alterando su estructura fundamental.

La enmienda para recortar el mandato presidencial es inconstitucional. Es mi opinión que no depende de un parcializado, politizado y mediocre Tribunal Supremo de Justicia. Imaginen que dirá ese órgano en caso de aprobarse la enmienda. Le enmienda es una farsa, una pérdida de tiempo, un mecanismo de desmovilización popular.

Aun así, la MUD ha dejado colar éstas como sus opciones para “salir urgentemente de Maduro”. Los líderes de algunos partidos actúan y declaran como si tuvieran información que nosotros, los venezolanos, desconocemos; y que es lo que les da a ellos un poder superior al que nosotros tenemos.

El único mecanismo constitucional que está en manos de los venezolanos y cuyo mandato absoluto es indiscutible, es descartado de plano por parte el algún sector de la dirigencia opositora: el Referéndum Revocatorio. Representantes de partidos como Causa R o AD incluso adelantan una campaña de miedo sobre la recolección de firmas, reedición de la lista Tascón, dificultad para movilizar al electorado. Es decir, el sumiso e inútil pueblo venezolano no podrá nunca por si mismo salir de Maduro. Eso es lo que nos dicen.

¿A qué juega entonces la MUD? Proponen “salidas” que a todas luces son inviables e inefectivas y retrasan mecanismos que movilicen a los ciudadanos y generen un ambiente favorable al cambio de gobierno con garantía de gobernabilidad. Por el contrario, parecen pretender orillarnos a una situación en la que las salidas constitucionales luzcan ineficaces, neutralizar la movilización popular y forzar acuerdos cerrados entre cúpulas que no rindan cuentas sobre las negociaciones clandestinas.

Desde fuera, parece que hay un acuerdo entre sectores de la oposición y el gobierno para que ese clamor inmediatista de otras épocas, se convierta en un apaciguamiento que permita a tirios y troyanos ganar el tiempo que necesitan para ajustar sus planes particulares.

Mientras tanto, los venezolanos vemos mermada nuestra ya precaria calidad de vida, se agota la comida, las medicinas y la paciencia. ¿Cómo piensan gobernar nuestro país los promotores del caos? Pareciera que “el sacrificable” es el pueblo venezolano. Si nos alzamos nos matan a tiros, si nos sometemos nos matan de hambre. 

El peligro comienza a rondar cuando eso deje de importarnos.

ELQ

No hay comentarios:

Publicar un comentario